jueves, 28 de mayo de 2015

AVIÓN

Yo cojo un avión y despego.


Despego de la rutina
de una rutina llena de vida,
llena de preciados momentos,
llena de risas y sufrimientos.

Yo cojo un avión y despego.


Pero no me olvido,
no me olvido de mis amigos,
no me olvido de estar contigo.

Yo cojo un avión y despego.


Y  tengo miedo,
miedo al vacío,
miedo del olvido,
miedo al miedo.

Yo cojo un avión y despego.


Él me lleva, me lleva lejos,
lejos de todas las palabras
lejos de todas las miradas.

Yo cojo un avión y despego.


Estoy volando como en un sueño.
Mi avión es el sueño,
el sueño del que despierto.

sábado, 23 de mayo de 2015

MIEDO

Miedo. Aliento contenido. Sudor frío.  (Capítulo 71, TORMENTA. Platero y Yo)
Tenemos miedo al miedo, que curiosa paradoja pero es cierta, todos tenemos miedo al propio miedo, no hay nadie que no tenga algún miedo y sobre todo no hay nadie que no tenga miedo a lo que el miedo provoca en sí mismo, a lo que somos capaces de hacer con miedo.
Cada persona tiene sus propios miedos, pero al igual que las personas, no hay dos miedos iguales, dos personas  pueden tener miedo a las alturas pero cada una lo vive, lo expresa y lo afronta de formas diferentes; lo importante del miedo es descubrirlo, asumirlo y afrontarlo, plantarle cara, es posible que no consigas vencerlo pero si lo afrontas, si le plantas cara, ese miedo cada vez se hará más pequeño y al final desaparecerá.
Como todo a lo largo de la vida los miedos van cambiando, cuando eres pequeño se suele tener miedo a cosas materiales, aunque sinceramente pienso que en el fondo tenemos miedos “adultos” que se expresan en forma de miedos hacía cosas materiales porque es una forma más fácil de verlo y afrontarlos, los miedos crecen con nosotros pero cambian de forma e incluso algunos desaparecen o se quedan escondidos y reducidos en el fondo de nuestra mente.
Muchas veces el simple hecho de asumir tú miedo es más valiente que decir no tener ningún miedo, esa es la postura más fácil porque conseguir afrontar tú miedo e intentar encogerlo hasta que desaparezca es una de las cosas más difíciles y una de las pruebas más duras que debemos superar como personas, pero a medida que creces estos miedos se van volviendo más escurridizos y aunque los asumas e intentes afrontarlo cada vez es más difícil vencerlos, nunca imposible. Tener miedos no es malo, es un instinto que nos mantiene a salvo del peligro, lo que es malo es dejar que ese miedo se apodere de ti y no te deje disfrutar de tu vida. La capacidad de sentir el miedo y de superarlo nos hace humanos y nos forma como personas.

No debemos dejar que el miedo se apodere de nosotros, no debemos tener miedo al miedo, debemos apoyarnos y dejarnos ayudar por los demás  para conseguir encontrar y superar los miedos y sobre todo debemos ser capaces de controlar nuestros propios miedos.

miércoles, 13 de mayo de 2015

IMAGENES

Una imagen vale más que mil palabras.
Y es cierto, pero hay un problema, un gran problema, cada persona entiende mil palabras distintas. Es posible que algunas personas puedan coincidir en alguna que otra palabras de esas mil que han entendido, pero encontrar a una persona que entienda exactamente las mismas mil palabras que tú has entendido puede resultar imposible, pero todo es imposible hasta que se hace posible. Hablemos mejor de diferentes versiones de la misma imagen, eso sería mucho más correcto. Imagina que vas un día por la calle y encuentras en un banco de un parque una cámara de fotos encima de un libro, ¿tú qué entiendes ahí? Puedes ver simplemente eso, lo obvio; la cámara, el libro, el banco y el parque, quizá si te gustan mucho los libros te intereses por el título de este o si te gustan mucho las cámaras consigas adivinar el modelo, pero también es posible que no solo veas lo obvio, si no que le busques un sentido; si resulta que eres un artista, puede que pienses que eso esta ahí preparado para realizar una gran obra; si eres un psicólogo, tal vez, analices la colocación y averigües de este modo algún rasgo de la persona que o bien se lo ha dejado sin querer o quizás aposta;o si eres digamos un filósofo podrías deducir que ahí en ese banco, con un libro y una cámara, se encuentra la vida de una persona grande o pequeña; el libro es su historia, la cámara son todos sus recuerdos y el banco es el apoyo de su vida, lo que mantiene todo unido y no deja que caiga al suelo.
A si que sí, es cierto, una imagen vale mas que mil palabras, porque una imagen pueden ser infinitas en una misma, debes encontrar la imagen que necesites en cada momento y encontrar en ella todas las posibles variantes ayudándote de los demás, porque  puede que en tu imagen solo veas lo obvio, y quizás necesites al artista, al psicólogo o incluso puedes llegar a necesitar al filósofo.
Busca en cada imagen tu infinito y recuerda: encontrar a alguien que vea exactamente lo mismo que tú, es casi imposible, pero solo casi, y sobretodo ten en cuenta que la persona perfecta no tiene que ser necesariamente esa que vea las mismas mil palabras que tú, si no aquella que te ayude a comprender las mil palabras que tú has entendido.